Testimonios

Rosana Pérez, 35 años

Soy Rosana Pérez, tengo 35 años, soy bailarina clásica profesional y formo parte del Cuerpo Estable del Ballet del Teatro Colon.

Bailo desde los 8 años y empecé mi carrera profesional a los 18.
A lo largo de los años he sufrido varias lesiones de distinta intensidad en ambos pies, muchas de las cuales se han vuelto crónicas, lo cual ha provocado que sintiera limitaciones y dolores a la hora de desarrollar normalmente mi actividad.

Consulte con varios traumatólogos y especialistas, algunos me sugirieron que dejara de bailar, otro me dijo que realizando una intervención quirúrgica no me podía asegurar que mis pies quedaran bien ni que me dejaran de doler. También he probado todo tipo de terapias de rehabilitación sin lograr resultados favorables.

Fue así como empecé a investigar sobre la ozonoterapia, encontré la página de IAOT, leí toda la información y me decidí a consultar.

Llegue al Instituto, el doctor Grangeat y su equipo vieron y evaluaron mi caso y me dijeron que podía obtener buenos resultados con el ozono. Entonces comencé el tratamiento, que al principio fueron 10 sesiones muy seguiditas, y aproximadamente a partir de la 5º sesión empecé a notar las mejorías, había disminuido considerablemente el dolor, recupere la movilidad en mis pies, pude volver a saltar y a bailar en puntas de pie.

Hoy en día sigo haciendo un mantenimiento, ya que la ozonoterapia es lo que me permite desarrollar mi actividad y disfrutar de este arte que es lo que amo hacer. Por eso, agradezco infinitamente al doctor Grangeat y todo su equipo, porque desde el principio han demostrado total interés en mi mejoría y han puesto todo su empeño y dedicación para lograr el resultado que buscábamos, que yo pudiera seguir bailando.



Denise Mazzei, 27 años.

Nunca había tenido problemas para dormir por las noches, pero el dolor que tenía en mi hombro derecho por una mala postura con el mouse en la computadora de un nuevo trabajo estaba logrando quitarme el sueño. Fui a ver a un traumatólogo que me hizo los estudios y me diagnosticó tendinitis. Las sesiones que me indicó de kinesiología me ayudaron pero no lograron hacer desaparecer del todo el dolor, que volvía mas fuerte por las noches, muchas veces no dejándome dormir.

Tres meses después de seguir con dolor y con sesiones de kinesiología, empecé a investigar que más podía hacer al respecto, porque no estaba dispuesta a convivir con ese terrible dolor. Fue ahí donde me recomendaron que me hiciera Ozonoterapia. Entonces fui al IAOT y cuando el Dr. me dijo que se me iba a ir el dolor con Ozono no terminaba de creerlo. En la segunda sesión ya sentí una disminución de un 80% en el dolor. Y empecé a dormir por las noches sin ser despertada por el dolor nuevamente. Después de la 5ta sesión nunca más volví a tener dolor, claramente que también tuve que cambiar la posición de mi computadora.

Cada vez que me acuerdo del dolor que tuve durante esos meses y de cómo este dolor en mi hombro me había resentido en todo aspecto, estoy infinitamente agradecida a mi amiga que me recomendó que fuera al IAOT, porque no puedo imaginar lo que hubiera sido tener que vivir mi vida con semejante dolor.