El tratamiento habitual para la Artritis Reumatoidea consta de la administración de antiinflamatorios, analgésicos, fisioterapia y ejercicios. Frecuentemente se recurre también a los inmunosupresores y corticoides.


En los últimos años se han desarrollado los fármacos biológicos que pueden modificar el comportamiento del sistema inmunológico. Se utilizan cuando el resto de los medicamentos ha fracasado. Hay diferentes tipos de agentes biológicos y pueden ser muy útiles, pero los pacientes deben ser vigilados en forma muy estricta porque existen importantes factores de riesgo.


Actualmente también existen dietas especiales y fisioterapias que ayudan a mejorar la calidad de vida del paciente con artritis.


La OXÍGENO-OZONOTERAPIA, además de sus efectos analgésico y antiinflamatorio es un excelente modulador del sistema inmunológico, con lo cual mejora los síntomas porque combate la causa de la enfermedad. En publicaciones científicas recientes, quedó definitivamente demostrado que la Ozonoterapia mejora significativamente la Artritis Reumatoidea porque ataca su causa, debido a que disminuye la liberación de mediadores químicos proinflamatorios (las citoquinas proinflamatorias más activas, que son: Factor de Necrosis Tumoral α; Interleuqina 1β; Interleuquina 6).


¿Donde le Duele?